
El equipo organizador sacó 1.500 dorsales para las tres modalidades y la respuesta fue inmediata. Lleno absoluto en todas y listas de espera, que confirman el auge del segmento más montaraz. Encabezado por Marc Ráfols y Monica Aguilera, deportistas con trillones de horas de montaña a sus espaldas, cuentan con un entorno delicado pero muy atractivo.
La Collserola es un parque urbano del que se aprovechan miles de barceloneses a diario. Cuenta con la famosa Carretera de Les Aigües y cientos de sendas donde no es raro encontrar deportistas de todo tipo. El especial régimen de protección del Parque (al fin y al cabo es un parque metropolitano) hace que se estén extremando aspectos relacionados con la sostenibilidad de la prueba. Es necesario saber que un informe desfavorable después de una edición del trail podría dar al traste con la celebración un año más. Por ello, se va a ser exigente con los posibles desperdicios.
Sólo hay 5 avituallamientos en toda la ultra de 74km y están situados en áreas recreativas. Fuera de ellas, nada. Los corredores deberán marcar las barritas con su número de dorsal, y encontrar un envoltorio por tierra será motivo de descalificación. Regalarán al corredor una bolsita para residuos para colgar de la mochila, para poner los envoltorios. También se minimiza el impacto de las señalizaciones innecesarias y se incide en el carácter de autosuficiencia, ese concepto tan ambiguo del mundo del trail running.
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