Where is the limit?

sábado, 1 de septiembre de 2012

El arquero sin brazos

  • Lanza las flechas con tan sólo pies y tensa la cuerda con los dientes

"Mi nombre es Matt Stutzman, el arquero sin brazos. Nací sin ellos pero fui bendecido con dos padres increíbles y con una increíble paciencia también. Ellos me enseñaron hace mucho tiempo que imposible es un estado mental. Es una lección que me ha servido mucho en mi vida y que mi mujer y yo tratamos de transmitir a nuestros dos hijos a diario». Así se presenta este americano, que hace un par de días fue el mejor de su serie de tiro con arco, por delante de otros 28 lanzadores. Sujeta la flecha con los dedos de los pies y utiliza los dientes para tensar la cuerda.
Su sueño es convertirse en «el mejor arquero del mundo. Puede parecer imposible, pero, cuando hay voluntad, hay un camino. Y yo nací sin brazos, pero no sin voluntad. Con el tiempo he comprendido que puedo hacer un montón de cosas sin ellos y una de ellas es el tiro con arco. Se me da bastante bien y estoy muy orgulloso de ser miembro del equipo paralímpico de arco».
Matt nació hace 30 años en Kansas City. Los médicos no supieron dar a sus padres una explicación de por qué su hijo no había desarrollado esta parte del cuerpo, simplemente les dijeron que «esto sólo ocurre en uno de cada 350.000 nacimientos», explica Jean Stutzman. No es su madre biológica, porque sus padres decidieron darle en adopción cuando tan sólo tenía 4 meses. El matrimonio Stutzman, de Kalona (Iowa), lo recibió en su casa cuando Matt contaba 13 meses de edad.
Lo primero que hizo su nueva madre fue visitar el Hospital Shriner en St. Louis para ver la posibilidad de colocarle dos prótesis en los brazos. El doctor dijo que tardaría una semana en saber utilizarlos. Pero Matt, con una fuerza de voluntad increíble, lo hizo en apenas dos días.
El pequeño también se adaptó muy rápido a su nueva familia y a la vida en una granja. Los Stutzman decidieron criarle como a cualquier otro niño y Matt aprendió a caminar y a comer por sí mismo cuando tenía año y medio.
«La clave es darle la libertad para intentar hacer casi todo por sí mismo o intentarlo al menos y no crearle complejos», explica su madre. «Desde pequeño le gustaba subir a los árboles o a los tractores».
Una vida normal
Matt no tuvo una infancia diferente a la de cualquier otro niño. Jugaba al fútbol, al baloncesto, tenía muchos amigos. Durante la pubertad empezó a interesarse por el tiro y poco después cambió la escopeta por el arco.No tenía brazos, pero sí suficientes ganas de hacer una vida como la de cualquier otra persona. Y esa normalidad es la que ha forjado el carácter luchador del arquero americano.
Nunca le ha gustado que le vean como a un discapacitado, porque él se ve capaz de hacer muchas cosas. Somos los demás los que vemos imposible hacerlas sin brazos, pero ya lo dice él, «imposible es un estado mental».

Fuente: marca.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario