Lanza las flechas con tan sólo pies y tensa la cuerda con los dientes
Su sueño es convertirse en «el mejor arquero del mundo. Puede parecer imposible, pero, cuando hay voluntad, hay un camino. Y yo nací sin brazos, pero no sin voluntad. Con el tiempo he comprendido que puedo hacer un montón de cosas sin ellos y una de ellas es el tiro con arco. Se me da bastante bien y estoy muy orgulloso de ser miembro del equipo paralímpico de arco».Lo primero que hizo su nueva madre fue visitar el Hospital Shriner en St. Louis para ver la posibilidad de colocarle dos prótesis en los brazos. El doctor dijo que tardaría una semana en saber utilizarlos. Pero Matt, con una fuerza de voluntad increíble, lo hizo en apenas dos días.
El pequeño también se adaptó muy rápido a su nueva familia y a la vida en una granja. Los Stutzman decidieron criarle como a cualquier otro niño y Matt aprendió a caminar y a comer por sí mismo cuando tenía año y medio.
«La clave es darle la libertad para intentar hacer casi todo por sí mismo o intentarlo al menos y no crearle complejos», explica su madre. «Desde pequeño le gustaba subir a los árboles o a los tractores».
Una vida normal
Matt no tuvo una infancia diferente a la de cualquier otro niño. Jugaba al fútbol, al baloncesto, tenía muchos amigos. Durante la pubertad empezó a interesarse por el tiro y poco después cambió la escopeta por el arco.No tenía brazos, pero sí suficientes ganas de hacer una vida como la de cualquier otra persona. Y esa normalidad es la que ha forjado el carácter luchador del arquero americano.
Nunca le ha gustado que le vean como a un discapacitado, porque él se ve capaz de hacer muchas cosas. Somos los demás los que vemos imposible hacerlas sin brazos, pero ya lo dice él, «imposible es un estado mental».
Fuente: marca.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario